lunes, 13 de febrero de 2012

A FONDO: El Origen de los desfiles

En estas semanas en las que las pasarelas son la noticia del momento, nos ha inspirado un post publicado en fashionradicalsnews.com en el que echan la vista atrás y recuperan los orígenes de los desfiles de moda.
FOTO: Ruben Caballero-blog
La idea de los desfiles nace de una forma natural. Ocurre con frecuencia que idea geniales, una vez descubiertas, resultan obvias. Pues esto mismo ocurrió con los desfiles de moda, las pasarelas que hoy centran la atención del mercado, clientes, diseñadores y curiosos.
 FOTO: Fashionradicalnews. Desfile en Poiret
¿Y quien tuvo esta genial idea? Al menos el chizpazo se lo debemos a una tienda parisien llamada Gogelin et Opigez. Su producto: los chales de Cachemira que aunaban en ellos muchas pasiones del momento: el colonialismo europeo que nos acercaba nuevas texturas, la estética de la India, Japón, el amor por lo exótico… Pues fue en esta tienda donde pensaron que, mejor que enseñar el producto sobre un mostrador, era más plástico mostrarlos sobre modelos de carne y hueso que, además de lucirlos, mostraran las distintas posibilidades de utilización. ¿y qué modelos más asequibles que las propias vendedoras?. Tan genial como simple.
 FOTO Williamcruzbermeo.com. Imagen de 1963: one dress five ways

Fue uno de sus dependientes, quien, al crear su propia casa de moda, decidió emplear este mismo sistema para mostrar sus creaciones. El dependiente, más tarde modisto, no era otro que Frederick Worth, el padre de la Haute Couture. No sé porqué me ha venido a la cabeza otra figura, Amancio Ortega, que comenzó tras le mostrador y, con sus propias ideas acerca de lo que sus clientes demandaban, ha provocado otra revolución en el sector. Personajes que crean algo nuevo a partir de algo existente con ideas propias.

FOTO: Frederick Worth en  1834
Pero volvamos a los inicios de los desfiles. Worth, como dice Lipovetsky, convirtió la moda en espectáculo: la clienta observa sobre otra persona, el efecto que causa la prenda en los demás, en ella misma, y selecciona aquellas que mejor proyectan quien es, o en ocasiones, quien quiere ser.
Leyendo estos comienzos me fijaba en un aspecto: los primeros desfiles buscan el mayor parecido con la realidad. De hecho, no había otros efectos especiales que los que trataban de reproducir la iluminación del salón en el que sería lucido el vestido. Los desfiles no eran “shows” si no presentaciones privadas al consumidor/a final, organizadas a su conveniencia.
 FOTO Diariofemenino. Desfile de John Galliano para Christian Dior en el museo Rodin...¡que comience el espectáculo!
Fue en el siglo XX cuando comienzan a regularse y van adquiriendo más carácter de espectáculo, incluso exportable, como en el caso de Poiret, que traslado a Estados Unidos un desfile presentado en Europa, con sus modelos y todo.
Elsa Schiapparelli da un paso más, cambiando el entorno del desfile, añadiendo efectos y aportando un cariz más plástico. Tras la guerra mundial es un español, Paco Rabanne, quien retoma este espíritu y supone el punto de inflexión a lo que hoy conocemos. 
 FOTO GQ: Paco Rabanne
Hoy en día los desfiles son algo más que mostrar colecciones: son, o al menos pretenden ser experiencias en las que el diseñador transmita sus valores y su visión particular de los prototipos de mujeres y hombres. Y así nos encontramos en ocasiones con la duda de si lo que se ofrece al comercio es un diseño, una prenda o el propio cuerpo de los modelos, exhibidos con más fuerza que los productos que, en teoria, se ofrecen.
 FOTO: VOGUE. Los desfiles reunen al creador, musas, modelos y celebrities
¿Tendrá algo que ver la necesidad de impactos, cada vez mayores, que llamen nuestra atención? En un momento en que tenemos nuestra atención dividida, que la dispersión parece ser la nota común, la moda busca la forma de hacerse con nuestro interés. Sin embargo la capacidad de captar la verdadera belleza esta dentro de nosotros y aunque haya quien reclame nuestra atención con gritos desde las pasarelas, mantengamos y cultivemos la estética de lo bello, presente en tantas creaciones y hasta en lo cotidiano que nos rodea. Esa es una de las prioridades de TrendsLabBCN...¿nos sigues?

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